Lituania es la hija mas joven de la Iglesia.
En 1251 Lituania se convirtió en la última nación europea en aceptar el cristianismo y entrar en la Iglesia católica. Lituania estuvo muy cerca de perder su fe católica pero en 1608, cuando dominaba en la nación el protestantismo, un milagro ocurrió en la pequeña aldea de Siluva que restauró la fe de la nación a la Iglesia católica.
Doscientos cincuenta años antes de Lourdes y de Fátima la Virgen Maria apareció en la aldea de Siluva, Lituania.
La historia de nuestra señora de Siluva comenzó realmente en 1457, cuando Peter Giedgaudas, diplomático para Vytautas el grande, construyó la primera iglesia en el área y dio la tierra a la iglesia católica. En uno de sus muchos recorridos fue a Roma y obtuvo un pintura magnífica de la Virgen Maria que sostenía al niño Jesús. Trajo la pintura a Lituania y la puso en el santuario de la nueva iglesia en Siluva. Por varias generaciones los fieles adoraron a Dios y honraron a la madre María en su pequeña iglesia.