Silves, Algarve (Portugal). Vista de la Catedral y el Castillo de Silves.
Encaramada a una colina en la orilla norte del río Arade, Silves ha jugado un papel fundamental en la historia del Algarve (Sur de Portugal). Ocupada desde tiempos paleolíticos, la colina ha visto pasar mil pueblos desde romanos a suevos, desde árabes a vikingos hasta quedar integrada en la corona portuguesa tras un breve periodo de dominación castellana.
Las Silves de hoy es una pequeña ciudad de poco más de 10.000 habitantes que mira con orgullo un pasado glorioso en el que la ciudad se erigió como capital de la Sura de Al-Garb el país de Occidente (así podría traducirse del árabe), una provincia dependiente del Califato de Córdoba. Antes fue ocupada por los romanos, que llegaron a esta parte del Sur de la actual Portugal atraídos por la riqueza minera de la zona, y después de esto, antes de la invasión musulmana de la Península Ibérica, estuvo en manos de los visogodos y, durante un breve periodo de tiempo, fue bizantina (siglo VI).
En todo caso, una visita a Silves es imprescindible para entender la historia del Sur de Portugal. El casco histórico, en torno al Castelo, es un reflejo del urbanismo islámico y de la arquitectura popular portuguesa. Esta es la ciudad donde además vive Manuel, asi que por eso esta postal enviada desde su origen, tiene doble importancia.